Francia, el circulo virtuoso

Luis Miguel Pascual

Luis Miguel Pascual

Doha, 15 dic (EFE).- El f煤tbol son once contra once y al final ganan los franceses. Francia ha logrado arrebatar a su eterna enemiga ese refr谩n que durante a帽os coloc贸 a la "Mannschaft" como la selecci贸n que estaba por encima del bien y del mal, la que no necesitaba asombrar para sumar sus t铆tulos.

De la mano de Didier Deschamps, los "bleus" se han asentado de forma duradera entre las mejores selecciones del mundo, culmen de una trayectoria que, de manera irregular, comenz贸 con su primer Mundial en 1998.

Pero con el actual seleccionador, suman cuatro finales, dos t铆tulos y se jugar谩n otro contra Argentina el pr贸ximo domingo. La final de la Eurocopa de 2016, el Mundial de 2018, la Liga de las Naciones de 2021 y de nuevo una final mundialista demuestran que Francia ha ganado en fiabilidad.

La Eurocopa del a帽o pasado, en la que fue eliminada en octavos de final en una fat铆dica tanda de penaltis contra Suiza, es el 煤nico tropez贸n de esa espiral virtuosa que ha creado Deschamps, en la que los triunfos llaman a los triunfos.

Si le preguntan al seleccionador, el secreto est谩 en una excepcional generaci贸n de jugadores, liderada por Antoine Griezmann en un primer momento y ahora por Kylian Mbapp茅. Pero a la calidad, el seleccionador ha sabido sumar la estabilidad y un esp铆ritu competitivo que conduce a la victoria.

En Catar, Francia se ha plantado en la final sin desarrollar un gran juego. Frente a Polonia en octavos tir贸 del talento individual de Mbapp茅, no fue mejor que Inglaterra en cuartos y solo gan贸 por su mayor eficacia goleadora en semifinales contra Marruecos.

Pero super贸 los tres envites y se convirti贸 en la primera selecci贸n en repetir final dos Mundiales consecutivos desde Brasil en 2002 y opta a ser la primera en renovar el t铆tulo desde la Canarinha en el 1962.

Desde la derrota en los cuartos de final del Mundial de Brasil contra Alemania ha perdido dos partidos en fases finales y solo la final de la Eurocopa de 2016 contra Portugal tuvo consecuencias.

GANAR SIN BRILLAR

Francia es una selecci贸n fiable, que no necesita brillar para ganar y que mantiene un esp铆ritu pragm谩tico que le hace estar a un elevado nivel.

Cinco de los hombres que saltaron en semifinales al c茅sped del estadio Al Bayt para medirse a Marruecos hab铆an estado el 15 de julio de 2018 en el Luzniki de Mosc煤 durante la final contra Croacia.

Se trata del portero Hugo Lloris, del defensa Raphael Varane, del centrocampista Antoine Griezmann y de los delanteros Olivier Giroud y Kylian Mbpp茅. A ellos hay que sumar a Ousmane Dembel茅, suplente hace cuatro a帽os, titular ahora, y a Benjamin Pavard, que ha hecho el camino inverso. Y a los dos porteros suplentes, Steve Mandanda y Alphonse Areola, que tambi茅n sobreviven de la expedici贸n rusa.

Ellos son, repite el t茅cnico, los encargados de trasmitir a los nuevos el esp铆ritu de competici贸n, la receta del 茅xito, el combustible de la victoria.

El paso del tiempo y las lesiones ha alejado del equipo a dos tercios de los campeones del mundo de 2018, reemplazados por sabia nueva que, en poco tiempo, ha integrado la filosof铆a del seleccionador.

La renovaci贸n ha sido m谩s radical en la zaga y en el centro del campo. Tres de los cuatro defensas y los dos pivotes apenas acumulan experiencia internacional, mientras que el v茅rtice, Griezmann, imprescindible para Deschamps, estrena una posici贸n nueva.

Antes del Mundial, Dayot Upamecano, Ibrahima Konat茅 y Theo Hernandez no sumaban m谩s de diez partidos como titulares con Francia y Jules Kound茅 ten铆a once. Apenas hab铆an jugado juntos y se vieron proyectados a asegurar la defensa de la campeona.

Algo parecido sucedi贸 en el centro del campo. El de 2018 estaba en ruinas tras las lesiones de Ngolo Kant茅 y Paul Pogba, y Deschamps improvis贸 otro formado por Aurelien Tchouam茅ni, con nueve titularidades antes de Catar, y Adrian Rabiot.

Los dos c贸mplices del medio del campo solo hab铆an compartido minutos en nueve partidos. Pese a ello, no han desmerecido en lo que va de Mundial, impulsados por la espiral positiva en la que se ha convertido Francia. EFE

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